Cada 7 de julio se conmemora este día y se recuerda la labor ejercida por el Hugh Hammond Bennett, considerado el padre de la conservación de los suelos.
Mediante la celebración de este día se persigue la reflexión acerca de la importancia de este recurso así como de los problemas de erosión y desertificación existentes en el planeta.
Además, la FAO (siglas en inglés de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha declarado este año 2015 como el AÑO INTERNACIONAL DE LOS SUELOS con el lema, “SUELOS SANOS PARA UNA VIDA SANA” a través del que se proporcionan los siguientes mensajes clave:
• Los suelos sanos son la base para la producción de alimentos saludables.
• Los suelos son el fundamento para la vegetación que se cultiva o gestiona para producir alimentos, fibras, combustibles o productos medicinales.
• Los suelos sostienen la biodiversidad del planeta y albergan una cuarta parte de la misma.
• Los suelos ayudan a combatir y adaptarse al cambio climático por su papel clave en el ciclo del carbono.
• Los suelos almacenan y filtran agua mejorando la respuesta ante inundaciones y sequías.
• Los suelos son un recurso no renovable, su conservación es esencial para la seguridad alimentaria y un futuro sostenible.
Por todo ello, resulta imprescindible prevenir la degradación del suelo, efectuar una gestión sostenible del mismo, evitar la contaminación y combatir el cambio climático.