POEDA promueve la puesta en valor de este tipo de construcción, habiendo diseñado una ruta que permite conocer varios de los palomares existentes en el territorio.
Se trata de edificaciones tradicionales, ya que en los siglos XI y XII aparecen como parte integrante de las villas de la época y continuaron construyéndose hasta el siglo pasado.
Su función es obviamente la cría de palomas que suponía hasta hace no muchos años un recurso económico tanto por la producción de aves para alimentación y caza, como por la producción de palomina, empleado como fertilizante.
Los palomares existentes en el territorio de POEDA, construidos en adobe y teja árabe, presentan morfologías muy diversas, los hay circulares, cuadrangulares, poligonales e incluso mixtos, si bien los más comunes son los rectangulares. Todos ellos cuentan con elementos de “adorno” como pináculos, troneras o similares, que además de la correspondiente función estética configuran posadero para las palomas.
La ruta diseñada por POEDA recorre un itinerario lineal de unos 40 kilómetros entre las riberas del río Esla y el Páramo leonés, y muestra dos de los elementos arquitectónicos más característicos del sur de la provincia de León, los palomares y las bodegas.