El castillo de Los Pimentel de Alija del Infantado
Situado en la ribera del río Órbigo junto a la plaza mayor de la localidad, debe su nombre al nieto a Bernardino Pimentel Enríquez, nieto de Doña María de Quiñones, que lo reformó en el S. XVI.
El castillo de los Pimentel, o Castillo de los Duques del Infantado, fue declarado Bien de Interés Cultural por el Decreto de 22 de abril de 1.949 sobre protección de los castillos españoles y constituye un importante signo de identidad de la villa de Alija del Infantado.
Se trata de un castillo-palacio de planta cuadrada, almenado con cubos de planta circular y saeteras en cada esquina (aberturas en las almenas por las que se disparaban flechas o ballestas), otorgando de esta forma una sólida estructura defensiva. En el interior del recinto se situaba el palacio privado de Los Ponces, que data del siglo XIII.
La fortificación ha sido testigo de la historia acaecida en estos lares y ha sufrido también las consecuencias de algunos episodios históricos.
En 1.808 tras cañonear el Puente de la Vizana, los ingleses prendieron fuego a la villa y su castillo, que por aquel entonces pertenecía a Don Pedro Alcántara de Toledo, duque del Infantado y servidor del rey José Bonaparte.
Tras el incendio fue reconstruido pero volvió a ser pasto de las llamas en 1.887, viéndose considerablemente dañado como consecuencia del incendio, especialmente el palacio de Los Ponces situado en el interior. En la actualidad la fortificación ha sido restaurada.
Se han encontrado muestras heráldicas en el castillo de Villafranca del Bierzo, que apuntan a que existía una estrecha relación entre ambas fortificaciones.